Las habilidades sociales son comportamientos y tipos de pensamientos que permiten resolver una situación social de manera adecuada tanto para el propio sujeto como para las personas que le rodean. El manejo y dominio de las capacidades emocionales y sociales es necesario para fomentar la integración, la calidad de vida y la estabilidad emocional de cualquier persona y, en especial, de las personas con trastornos del espectro autista (TEA).

El rasgo nuclear de los TEA es la presencia de una alteración cualitativa en el desarrollo social y, por ello, en todos los programas de intervención desarrollados para trabajar con este colectivo, se otorga un papel fundamental a la estimulación y aprendizaje de las competencias sociales.

Los programas específicamente diseñados para enseñar y reforzar las habilidades sociales de las personas con TEA suelen emplear estrategias y técnicas que han demostrado ser efectivas en la intervención psicoeducativa de este colectivo; así, en los procesos de enseñanza se emplean apoyos visuales que mejoran la comprensión de los conceptos o habilidades que se tratan de enseñar, las conductas objetivo se descomponen en pasos para facilitar su aprendizaje, se diseñan ejercicios y actividades encaminadas a favorecer la generalización de las habilidades aprendidas, se emplean refuerzos con los que mantener y mejorar la motivación, y se involucra a las familias y a otros agentes sociales (por ejemplo, compañeros) en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este tema se van a describir los principales objetivos que se contemplan en los programas de intervención en habilidades sociales para niños y adolescentes con TEA, y se explican las técnicas, herramientas y manuales que más se emplean en la práctica clínica.