Se da cuenta de la evolución de la comunicación hasta los 4 años; y a partir de esa secuencia, se describen las formas en que se altera la comunicación en los niños con trastorno del espectro autista (TEA) y sus consecuencias en el desarrollo del lenguaje. Se constata que el origen del TEA, desde el punto de vista psicológico evolutivo, está en el déficit comprobable de las primeras conductas comunicativas, que impide el desarrollo de conductas más elaboradas, como la lectura de la mente, y que estos déficits son compartidos por todas las personas con TEA, cualquiera que sea el nivel de desarrollo cognitivo y del lenguaje. También en el desarrollo del lenguaje se observa un déficit común en todas las formas de TEA: el relativo a la dimensión semántica. Se compara el trastorno del lenguaje en el TEA con el trastorno específico del lenguaje, y se discute su relación. Después, se informa de los modelos de intervención mejor fundamentados; se describe una forma de abordar los déficits de las primeras conductas comunicativas en niños pequeños y otras estrategias para mejorar habilidades de lenguaje y pragmática en niños mayores. Con esta aportación práctica se pretende establecer la relación necesaria entre las habilidades comunicativas y lingüísticas de las personas con TEA y la manera en que los adultos significativos deben interactuar con aquéllas para conseguir su incorporación eficaz y gratificante en el grupo social.